“—¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre ustedes, y todavía no me conoces?
El que me ha visto a mí ha visto al Padre.
¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”?
¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí?
Las palabras que yo les comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras.
Juan 14:9-11
Esta porción de la Palabra me hace reflexionar acerca de ¿cuánto conocemos a Dios…?
Jesús estuvo aquí en la tierra enseñándonos a CONOCER AL PADRE, de manera que, cuando Él ya no estuviera en la tierra, entendiéramos cómo acercarnos a Dios.
¿Que tú crees si pensamos en cada hombre o mujer que estuvo cerca de Jesús?
¡Se aseguraron llegar a Él buscando
SANIDAD (el ciego de nacimiento),
LIBERTAD (la mujer endemoniada),
AMOR (la mujer del flujo de sangre),
ACEPTACIÓN (el leproso),
PERDÓN (la mujer en adulterio).
Muchos más podríamos mencionar.
Lo que debemos procurar es APRENDER DEL EJEMPLO DE JESÚS Y LO QUE HIZO, para entender:
1- Tú y yo recibiremos del PADRE todo lo que le pidamos a través del HIJO.
2- Tú y yo haremos por otros las obras que el HIJO hizo, para acercarlos al Padre.
«CONOCERÁN AL PADRE SOLAMENTE A TRAVÉS DEL HIJO… y TÚ Y YO, SOMOS HIJOS, si hemos aceptado a Jesús».